Leli Bagnarelli volvió a girar en una moto de Velocidad

Atrás parece haber quedado aquel 11 de septiembre de 2016, cuando el autódromo «Oscar Cabalén» de Alta Gracia fue testigo del grave accidente que sufrió el piloto de Frontera, Leandro Bagnarelli.

El pasado lunes, a poco más de 6 meses y en ese mismo escenario, «Leli» volvió a subirse a una moto de carrera. No fue justamente para una competencia oficial, pero sí para pruebas del equipo Ale Cento Racing de cara a la primera fecha del Superbike Argentino, que le sirvieron al joven para volver a sentir esa adrenalina con la que hace tiempo sueña.

Fue un acontecimiento especial para todos. Tal es así que Bagnarelli viajó a Alta Gracia junto a sus padres y a todos los invadió la emoción y tal vez un poco de ese miedo lógico al recordar aquella tarde fatídica, donde todo parecía oscurecerse y que de a poco se va aclarando.

Tras este reencuentro con una moto de velocidad en pista, Bagnarelli dialogó con Mundo Motor y contó cómo lo vivió:

– ¿Qué sensaciones te generó volver a subir a una moto de carrera?

– Pude volver a las pistas y estoy muy contento. Por suerte se me dio la posibilidad de subirme de nuevo. Estuve en Alta Gracia donde surgió la posibilidad ya que el equipo necesitaba asentar una moto nueva. Hace un tiempo que estaba la chance de poder hacer esto, pero no me sentía en condiciones como para hacerlo. Esta vez lo hice más que todo para sacarme las ganas, algo que quería hacer desde hace tiempo.

– ¿Cómo surgió esta chance?

– El equipo tenía que asentar un motor nuevo, por lo cual había que ir despacio, girar con tranquilidad, por eso fue más fácil tomar la decisión. Viajé con mi papá y mi mamá a Alta Gracia, que me acompañaron en todo este proceso y fue algo especial para todos nosotros.

– ¿Cómo te sentiste a la hora de girar?

– Al principio me costó bastante. Hace pocos días se cumplieron 6 meses del accidente, pero sentir esa adrenalina nuevamente es algo increíble. Cuando estaba arriba de la moto sentía una gran felicidad, estaba muy contento. De a poco me fui aflojando, me fui moviendo más en la moto, porque al principio estaba tenso. Lo bueno fue que pude ayudar a muchos de mis compañeros, volví a vivir esa sensación de estar con el equipo, hablar de las motos y poder sacarme esas ganas que tenía desde hace mucho tiempo de poder volver a subir a la moto. Estoy muy feliz.

– ¿Tuviste temor en algún momento?

– No, no tuve miedo en ningún momento. Pero por el problema que tengo en la pierna derecha no me podía mover con normalidad, todavía no estoy totalmente recuperado en esa pierna, pero con la rehabilitación va a ir mejorando con el tiempo. Lo principal era divertirme, disfrutar del día, volver a estar con los chicos del equipo que hace mucho no los veía y pasé un día bárbaro. En principio iba a hacer otras pruebas para seguir asentando la moto, pero como todo fue bien y el motor ya estaba listo, el equipo decidió salir a girar más fuerte y por eso tomé la decisión de no subirme. Por ahí tengo problemas con la ansiedad por volver a acelerar a pleno, eso me puede jugar en contra y por el momento no tengo pensado subirme a la moto para andar fuerte y arriesgar de más.

Fuente: La Voz Deportiva.