Papá e hija, juntos en la vida y en la pista

El deporte muchas veces entrega experiencias únicas, inolvidables y que nada tienen que ver con un resultado. Eso es lo que pasa con Adrián y Daiana Peyla, padre e hija, juntos aprendiendo y compartiendo la pasión por el Motocross.

Representantes de Puerto Madryb, no hace mucho que incursionaron en el mundo de las motos. Fueron y son protagonistas tanto en el Enduro Cross de Sierra Grande como en el MX Patagonia Zona Norte, que este fin de semana disputará su última fecha en Rawson.

“Este año pudimos ir a correr más preparados físicamente en el Enduro de Sierra y tuvimos buenos resultados. Dai peleó la punta todo el año, en la fecha de agosto en Sierra se nos rompieron las dos motos y ahí yo ya quedé sin chances en el campeonato pero Dai tenía buena diferencia y pudo seguir peleando y terminó tercera en la última  fecha y en el campeonato”, comenzó diciendo Adrián para El Podio Sur.

“Yo por mi parte me presenté en Promo y, bueno, el año que viene ya sigo en Promo después con respecto al MX arrancamos por el hecho de que muchos le ven cualidades a Dai para esa disciplina. Ahí vamos encaminándonos, Dai por una parte arrancó con el TTR 230 que no le acompañaba la moto para el circuito pero igualmente participamos ya que la ida es ir, compartir juntos todas las carreras que se pueda”.

Con respecto a su papel en el Motocross, dijo: “Yo por mi parte en el MX me sentí cómodo, pude hacer unas lindas fechas, poder quedar con los de punta y ahora la posibilidad de ser subcampeón”.

Consultado sobre esta especial experiencia de correr junto a su hija, confesó: “Con respecto a poder compartir pista con mi hija es algo muy lindo. Lo disfruto más que lograr un podio. Es muy lindo poder ir cada salida de entrenamiento y compartir charlas con ella para que siga creciendo, es muy lindo. Siempre que ella disfrute yo como papá voy a estar contento. Lo que siempre le recalco es que disfrute, que lo lindo de estas oportunidades que tenemos en la vida lo primordial es disfrutar”, finalizó diciendo el 488.