El equipo del valle se quedó con sed de revancha
Los pilotos del valle de la provincia del Chubut en el Transmontaña no pudieron cumplir con el objetivo de terminar la exigente carrera, pero se quedaron con esa sensación de querer probar una vez más en la próxima edición.
Por algo este Enduro de Tucumán es el más duro y el que más convoca en este tipo de competencias. Se trata de un verdadero Enduro y los que llegan, luego van por más; y aquellos que no tienen la posibilidad de cruzar la meta, se quedan con esa sed de revancha.
El equipo de nuestra zona, Sebastián Bianchi, José Segundo y Javier Pugh, con la asistencia de Jonathan Iparraguirre y Paul Peruzotti, justamente se quedó con esa sed de revancha.
“Ayer abandonamos, ninguno lastimado y las motos sanas”, comenzó diciendo Seba Bianchi, el de Gaiman.
“Durísima la carrera. Llegamos a una trepada que con la lluvia se hizo imposible. Nos alcanzó el rastrillo, nos dejó continuar pero dos curvas adelante había un tapón de 30 motos, ninguna pudo avanzar así que no tuvimos opción. Volvimos masticando bronca desandando el camino a San Pedro, donde largamos”, explicó Seba.
“Quizá con otro clima podríamos subir. Se hacían tapones de 20 o 30 motos en los cañadones, eso nos retrasó bastante también. Por eso nos alcanzó el rastrillo muy rápido luego de pasar unos controles”.
“Hubo piedra y agua en todo el camino. Las motos se portaron bien y la asistencia también sufrió esperándonos en un lugar sin señal. Estuvimos andando en total unas 5 horas, entre ida y vuelta”.
“Coinciden los que ya la corrieron que este año fue mucho más dura. Los chicos de la primera recarga nomás contaron 8 quebrados”.
“No nos perdonó Tucumán, pero ya estamos pensando en el año que viene”.